De acuerdo con información del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el consumo de carne de cerdo en Brasil viene creciendo, llegando a 16,9 kg per cápita en 2020. En ese sentido, dada la importancia de la crianza de cerdos, la atención a la salud de los animales es fundamental desde el comienzo de la creación, ya que se refleja en la productividad. Desde los primeros días de vida, los lechones requieren una serie de cuidados que pueden incluir, por ejemplo: limpieza de los recién nacidos, garantizar el confort térmico, aporte de calostro, corte y desinfección del cordón umbilical, pesaje y sobre todo aplicación de hierro dextrano. Esta última precaución va encaminada a prevenir la anemia ferropénica o anemia del lechón, una de las principales enfermedades que afectan a los lechones.
Cabe mencionar que esta enfermedad representa un desafío para la porcicultura en todo el mundo y provoca un padecimiento causado básicamente por una deficiencia de hierro en el organismo. La importancia de este micromineral se asocia principalmente a que es un elemento esencial para la constitución de la hemoglobina, proteína presente en los glóbulos rojos, células encargadas de transportar el oxígeno en el organismo. Además, el hierro constituye enzimas metabólicas y está presente en músculo (mioglobina), suero (transferrina), placenta (uteroferrina), leche (lactoferrina) e hígado (ferritina y hemosiderina) (ZIMMERMAN, 1980; DUCSAY et al., 1998).
La anemia ferropénica es muy común en los lechones recién nacidos y puede estar relacionada con varios factores como: la baja concentración de hierro en la leche materna, la baja transferencia del elemento a través de la placenta y el rápido crecimiento de estos animales en comparación con otras especies (ALLEN , 2005; MONTEIRO, 2006). Así, cuando los animales no tienen acceso a la cantidad necesaria de hierro, durante las dos o tres primeras semanas de vida pueden desarrollar anemia, que suele ser microcítica hipocrómica, caracterizada por una reducción del número de eritrocitos o de la cantidad total de hierro. hemoglobina circulante en sangre.
Esta anemia ocurre debido a un desequilibrio entre la producción de sangre y la pérdida o destrucción de glóbulos rojos. Esto es muy común en creaciones en sistemas confinados, donde los animales recién nacidos no tienen contacto directo con el suelo, una fuente natural de hierro (McDOWELL; CONRAD, 1977). Con más detalle, el requerimiento diario de hierro de los lechones es de 7 mg al día, sin embargo la leche solo puede aportar 0,7 mg/día y las reservas de estos animales al nacer son de aproximadamente 50 mg, de ahí la necesidad de la suplementación pronto al inicio de la vida ( ANTUNES, 2018).
Los signos clínicos más comunes de anemia son: palidez de las mucosas bucal y ocular, dificultad para respirar especialmente al hacer ejercicio, debilidad e incluso diarrea, ictericia y signos de sangrado.
A partir de esto, los lechones criados en feedlots necesitan recibir una dosis adecuada de hierro dextrano inyectable o suplementación con formulaciones comerciales de hierro oral (ANTUNES, 2018). Cabe mencionar que la inyección debe hacerse con precaución, después de todo existe la hipótesis de que el exceso puede ser aprovechado por bacterias patógenas y así se produce una infección (MAFESSONI, 2006). Para la prevención de la anemia ferropénica, el manejo que más se ha utilizado es la inyección intramuscular de hierro dextrano al 10% (2 mL) o al 20% (1 mL) o al 20% de hierro dextrano glucoheptonato (1 mL) poco después de los primeros días. de vida de los lechones (generalmente en las granjas se aplica al tercer día después del nacimiento) (ANTUNES, 2018).
JA Saúde Animal cuenta con Dextrano y Ferrodex, indicados tanto para la prevención como para el tratamiento de la anemia ferropénica. El primero consiste en un medicamento a base de hierro al 20%, en una concentración que se duplica en comparación con otros medicamentos similares, con el fin de reducir la reacción en el sitio de aplicación, debido a la aplicación de 1 mL en lugar de 2 mL. Es ventajoso precisamente porque brinda mayor economía y practicidad por la aplicación de la mitad del volumen, además de tener una excelente relación costo-beneficio. El segundo consiste en un medicamento a base de 10% de hierro, que tiene el diferencial de su materia prima que permite una filtración especial, mejorando la absorción por el organismo y no dejando manchas en la canal.
Texto:
juliana ferreira melo
Veterinario / Periodista
ANTUNES, Robson Carlos. La enseñanza de la producción porcina industrial – una mirada crítica. 1ra ed. Uberlândia: Edibrás, 2018.
ALLEN, LH Múltiples micronutrientes en el embarazo y la lactancia: una visión general. The American Journal of Clinical Nutrition, Rockville, v.8, n.5, p.1206-1212, 2005
DUCSAY, CA; BUHI, WC; BAZER, FW; ROBERTS, RM and COMBS, GE Papel de la uteroferrina en el transporte de hierro placentario. J.Anim. ciencia, n. 59, págs. 1303-1308, 1984.
Mc DOWELL, LR; CONRAD, JH Revista mundial de animales. Gainesville: Universidad de Florida, 1977.
MONTEIRO, DP Utilización de un complemento alimenticio a base de hierro quelatado en lugar de hierro dextrano en la fase preinicial de vida de lechones. 2006. 61 págs. Disertación (Maestría en Ciencias Veterinarias) – Sector de Ciencias Agropecuarias, Universidad Federal de Paraná, Curitiba, 2006.
ZIMMERMANN, DR Hierro en nutrición porcina. En: _____. Revisión de la literatura de la asociación nacional de ingredientes de piensos sobre el hierro en la nutrición animal y avícola. Des Moines: Asociación Nacional de Ingredientes para Piensos; 1980. pág. 70-76.
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